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21 de septiembre de 2016

sobre la generosidad



sobre la generosidad

este verano he leído mucho y variado: biografías, novelas, revistas… uno de los libros que he leído ha sido Algo que celebrar, de Lola Mayenco. me lo recomendó Noe hace más de un año y, a pesar de haberlo comprado enseguida, no me había puesto con él con ganas. en agosto lo retomé y lo he disfrutado mucho. en él la autora te lleva en un recorrido por las miles de celebraciones que existen actualmente por todo el mundo, te anima a incorporar nuevas celebraciones en tu vida, a celebrar los cambios de estación, los pequeños logros y todo lo que te apetezca. tiene una base antropológica importante pero en realidad es un canto a la vida y a la alegría de vivir. leerlo ha sido un regalo porque me ha descubierto celebraciones preciosas y llenas de significado y, sobre todo, me ha llevado a contemplar con más detenimiento mi día a día y a darle el valor que merece a la vida que tengo y a las cosas que me rodean. gracias, Noe, por recomendármelo.

podría destacar muchas de las celebraciones que me han sorprendido o que me gustaría incluir en mi calendario pero hubo un capítulo que me llamó especialmente la atención y que me hizo pensar sobre la generosidad, sobre qué es y qué efecto tiene en quién la reparte y quién la recibe.

según cuenta el libro, los musulmanes creen que compartir la riqueza es como podar una planta: después de cortar, crece más. es para ellos tan importante que en el Islam es obligatorio entregar una parte del dinero que se gana para ayudar a las personas más pobres y necesitadas. también en el budismo es algo esencial: los budistas creen que la generosidad es capaz de transformar completamente a quien la utiliza y que se es más rico cuanto más se entrega. me gusta sobre todo que ambas religiones consideren que todo el mundo puede practicarla, que no hace falta ser rico para eso; una sonrisa o una palabra amable también son actos de generosidad.

esto me llevó a pensar en esos regalos espontáneos que te da la vida, que te sacan una sonrisa y te alegran el día; no sé si es porque le pongo más atención pero últimamente siento que no hacen más que regalarme gestos de todo tipo que me hacen llorar de agradecimiento y de emoción. recuerdo el tercer día que estaba en Madrid, el primero que Rícard estaba de vuelta al trabajo, y que yo me encontraba en un piso vacío, sucio y con mil cajas por abrir y colocar. desde nuestra llegada no había parado de llover y yo tenía exceso de cansancio y frío. me metí en un pequeño restaurante a comer para recomponerme pero, al ir sola, tuve que sentarme en una mesa grande para compartir y en ese momento lo último que me apetecía era compartir. al poco rato se sentó un hombre enfrente de mí y empezó a entablar conversación; por educación iba contestando a sus preguntas aunque no me sentía muy animada para hablar. cuando terminamos de comer, ante mi máximo asombro, pagó mi comida alegando que no podía ser que mi primer recuerdo de Madrid fuera la lluvia incesante; me deseó mucha suerte y, sin más, se fue. él no lo sabe pero cambió por completo mi día y mi sensación con la ciudad.

también hubo aquella vez en que llegaba muy justa a coger el AVE para Barcelona y mi tarjeta de metro estaba dando problemas sin razón y yo, cada vez más nerviosa, me las estaba teniendo con la persona de seguridad que había en el metro; se me acercó un chaval de veintipocos años y me ofreció su tarjeta para que pasara con ella. o cuando fui a la floristería a comprar unas cuantas flores para casa y vi unas rosas amarillas preciosas pero no llevaba suficiente dinero encima así que elegí otras más baratas y la florista me regaló igualmente una de las rosas amarillas. o cuando Ibabe me mandó por correo una carta con un llavero que había hecho ella para mi nueva casa en Madrid y un cartel deseando feliz año nuevo en el que decía que mi año empezaba en ese momento ya que mi Nochevieja había sido un poco turbulenta. o cuando la farmacéutica quiso regalarme el ramo de novia y la cinta del pelo que llevé el día de mi boda. o cuando Verónica me mandó un libro a casa y un regalo de somos bonjour para que lo recibiéramos el día de la boda. o cuando Isa y Eva me mandaron un ramo de rosas rosas enorme porque no podían estar en nuestra boda. o cuando todo el grupito de mosqueteras me hicieron una manta preciosa con sus manos para que me diera ánimo y cariño en mi recuperación post-hospital. o cuando el joyero al que conocemos desde hace tiempo nos rebajó muchísimo las alianzas de la boda porque él también quería hacernos un regalo. o cuando mis primas y primo pequeños de Sevilla y Málaga me hacen 500 dibujos diciendo lo mucho que me quieren. o ahora mismo, mientras escribo estas líneas desde una cafetería, que el camarero se ha presentado con un gran corazón y las palabras love escritas en mi café con leche. pensar y recordar cada uno de estos gestos me hace sentir muy, muy afortunada por tener tantas personas así en mi vida.

ser generoso es hacer granola de más y regalarla a amigos o familia que sabes que les gusta; es llevar la ropa que ya no utilizas o te queda pequeña a una parroquia o a una organización que la aproveche para otras personas que la necesiten; es decirle a alguien lo guapa que está; es acordarte del cumpleaños de alguien y mandarle una felicitación por correo; es plantar un árbol; es regalar un libro a alguien que sabes que le gustará; es donar los libros que ya has leído a una biblioteca; es dedicar unos minutos de tu tiempo para ver el nuevo proyecto de una amiga; es ceder tu asiento en el autobús a alguien que va cargado; es decir en voz alta que la comida estaba deliciosa o que tienen cosas súper bonitas en la tienda; es ceder a ver el fútbol en lugar de la serie que te apetece porque sabes que le importa; es decirle a alguien que admiras mucho su valentía o su perseverancia o su capacidad para ver el vaso medio lleno; es hablar con alguien por teléfono y dedicarle toda tu atención; es soltar un te quiero espontáneo y sincero; es decirle a alguien que te ha gustado el artículo que ha escrito o el trabajo que ha hecho; es donar sangre; es felicitar a alguien por su nuevo proyecto y desearle lo mejores acordarte de alguien que no lo está pasando bien y escribirle unas palabras de ánimo y cariño… ser generoso es algo tan fácil y tantas veces gratuito (y, si no lo es, el esfuerzo que supone suele ser tan pequeño en comparación a la satisfacción que genera tanto en ti como en el otro); yo siento que mi vida está a rebosar de personas generosas que la demuestran con pequeños y grandes gestos a diario y me vienen a la cabeza especialmente mi madre y mi abuela, dos de las personas más generosas que conozco; me enorgullece que estén en mi vida y que pueda tomar ejemplo de ellas.

aún a riesgo de parecer un poco loca, animo a pensar y observar con detenimiento los gestos bonitos y generosos que hemos tenido y que han tenido con nosotros y animo también a incorporar un grado más de generosidad en nuestras vidas. yo, igual que los musulmanes, pienso que cuanto más se practica, más se genera y estoy convencida de que, por ello, tu vida pasará a ser más bella.

feliz miércoles!


pd. desde este sábado y hasta el 19 de octubre voy a estar en Indonesia disfrutando de unas largas vacaciones/luna de miel con mi recién estrenado marido :) tenemos muchas ganas de hacer este viaje y estamos contando los días que faltan (3). así que, siguiendo la tónica desordenada del blog de este último año, no volveré por aquí hasta dentro de unos días. nos vemos a la vuelta! :)


{fotografía de Kate Holstein para Cereal}

16 de septiembre de 2016

algunos momentos antes de la boda…


inspiración boda de verano al aire libre
este post se me resiste, hace días que me siento delante de la pantalla y no consigo poner palabras a lo que sentí hace hoy 2 semanas cuando Rícard y yo nos casamos. a pesar de ser una gran amante del lenguaje, las palabras quedan cortas cuando pretendes expresar emociones profundas, sentimientos que, a día de hoy, aún te desbordan. quizás lo mejor será no intentar transmitir todo lo que sentí y simplemente compartir pequeños esbozos de lo que viví.

no estaba nerviosa, tenía una gran mezcla de emociones en mi estómago pero los nervios no formaban parte de ella. me sentía muy desbordada, los días anteriores me habían revuelto mucho. Rícard estaba por fin en Barcelona y juntos acabamos de terminar las gestiones que faltaban. escribimos nuestros votos y eso me permitió dar un paseo mental por toda nuestra relación: por los inicios, los baches, los retos, los momentos llenos de magia… pararme a pensar en ello y escribirlo me dio mucha conciencia de todo lo que habíamos pasado y me hizo tener más ganas, si cabe, de seguir viviendo mis aventuras con él. escribimos también unas pequeñas palabras de agradecimiento y de amor a cada invitado; se me había metido en la cabeza hacerlo pero a 4 días de la boda empecé a dudar de la brillantez de la idea porque todavía quedaba mucho por hacer, yo tenía la cabeza en 20.000 cosas diferentes y éramos 176 invitados. me alegro muchísimo de haberlo hecho. no sé si a las personas que vinieron les supuso alguna diferencia o no pero a nosotros nos dio la oportunidad de pensar en todas ellas, de decirles lo que muchas veces pensamos y no expresamos, de tomar conciencia de que había 176 seres queridos que querían ser testigos de nuestro enlace y celebrarlo con nosotros, y de sentirnos muy afortunados por ello. mereció mucho la pena.


inspiración boda de verano al aire libre

también me sentía muy triste; tomar conciencia de las personas que iban a estar con nosotros irremediablemente llevaba a ser consciente también de las que no lo iban a estar y eso me rompía el corazón. había muchas ausencias significativas pero la más dolorosa para mí era la de mi padre.

la noche anterior, después de recoger en el aeropuerto a gran parte de mi familia de Sevilla y Málaga, estábamos todos sentados en la terraza de un bar tomando cañas, comentando, riendo y celebrando que por fin nos volvíamos a juntar casi todos. yo me sentía como una espectadora en un teatro: los veía reír, cachondearse y me sentía tan afortunada de tenerlos allí, de que hubieran podido venir cuando no estaba nada fácil; y, por otro lado, tan desdichada…faltaba alguien muy importante para completar la fiesta. me acosté con esa mezcla de sentimientos encontrados y así me desperté. cuando me levanté, mi madre se iba para la peluquería y los niños (mi hermano y Rícard) aún dormían. era consciente de que ese iba a ser uno de los pocos momentos tranquilos del día así que me preparé unas tostadas y una taza de té y me subí a la azotea del edificio. no es un edificio muy alto pero se ve gran parte de la ciudad. allí puse esta canción en el móvil, que tanto me recuerda a él y a las tardes de domingo en casa cuando la escuchábamos (esta y unas cuantas más) mientras bailábamos sin parar en el salón, y tuvimos nuestro momento los dos, nuestra pequeña celebración. después de esto el día ya empezó de verdad.

inspiración boda de verano al aire librefue genial ir a la peluquería donde me conocen desde que era una mocosita que se presentaba con sus zapatos de flamenca de tacón y reír y charlar con las 3 hermanas que la llevan mientras estábamos mi tía, las mellis, mi madre y yo; me sentía como cuando nos reunimos la familia en la cocina de casa. de allí fuimos al notario que, conocido también, nos dirigió unas palabras que se salían del guión y que me llegaron al corazón. después de comer, ahora ya los 3 solos en casa, vino Laia, amiga desde los 13 años, a maquillarme. sé que este post roza la cursilería, pero me sentía muy privilegiada porque todas las personas que participaban de una manera u otra en el proceso eran conocidas y queridas de hace tiempo; era una gran celebración familiar mucho antes de empezar la propia celebración. mientras me maquillaba volví a sentir ese pinchazo de tristeza en el corazón y las lágrimas empezaron a brotar, pero con ella daba igual porque me conocía y nos conocía y no hacía falta que diera ninguna explicación. ella se fue corriendo a casa a cambiarse para la boda y nosotros tuvimos unos minutos los 3 antes de salir para Gavá.

en el coche sí sentí los nervios. sentada en el asiento de atrás, mirando por la ventanilla ese paisaje que había recorrido infinidad de veces desde que nací, sentía por primera vez el peso del compromiso que íbamos a tomar delante de todos (que ya habíamos tomado, de hecho, hacía tan solo unas horas); sentía que, de alguna manera, me alejaba un poco más de mi familia de origen para acercarme a la familia que a partir de ahora (y seguramente desde hacía ya tiempo) seríamos Rícard y yo; sentía los nervios de saber que la gente ya estaba allí esperando; los nervios por saber cómo se encontraría Rícard; los nervios ante la duda de si mi padre estaría presenciándolo todo desde algún lugar. por suerte mi hermano me conoce bien y tardó bien poco en poner la música a todo volumen para que los nervios se disolvieran entre lágrimas, cantos desafinados a grito pelao y melodías de mi adolescencia.

inspiración boda de verano al aire libre

cuando llegamos, mi madre salió corriendo para sentarse entre los invitados y mi hermano y yo esperamos de pie a que empezara a sonar Fields of Gold para andar hacia lo que sería la fiesta más bonita que he vivido nunca.


este post no ha salido como había pensado inicialmente. quería centrarme en la celebración y, en lugar de eso, he vuelto a recordar lo que sucedió antes. me guardo algunos de los momentos favoritos que hemos vivido estos meses (desde que tomamos la decisión de casarnos hasta el mismo día del enlace) y que he ido recogiendo en una libreta para compartirlos, quizás, cuando tengamos las fotos oficiales. feliz viernes ***


pd. esta lista de música es la que hicimos para el rato de aperitivo; por si te apetece :)


{las fotografías que acompañan al post son una pequeña selección de las imágenes que han inspirado el estilo de la boda; están todas recogidas en este tablero de Pinterest y puedes acceder a la fuente original clicando sobre el número que se detalla a continuación:
  - collage 1 (de izquierda a derecha): 1 - 2 - 3
  - collage 2 (de izquierda a derecha): 1 -2 - 3 -
  - collage 3 (de izquierda a derecha): 1 - 2 (no he podido encontrar el enlace original) - 3
  - collage 4 (de izquierda a derecha): 1 - 2 - 3}