Pages - Menu

25 de mayo de 2016

i do… :)


fotografía de Lauren Apel

era un viernes a mediados de diciembre, el día 11. acababa de regresar a Barcelona de mi aventura lisboeta, justo la tarde anterior. Rícard venía de Madrid a pasar el fin de semana conmigo. por aquel entonces yo ya no me encontraba nada bien, me cansaba cada vez más al salir, tenía dolor, miedo y me sentía frustrada. cuando llegó me dijo que pasaba a saludar a sus padres antes de venir a mi casa y yo aproveché para salir con mi madre y una amiga a comprar material para las postales de Navidad. mientras volvíamos, me llamó pidiéndome que nos viéramos en los bancos que hay debajo de mi casa; en esos bancos habíamos pasado infinidad de horas antes de irnos a vivir juntos, cuando no teníamos dinero que gastar y no sabíamos dónde vernos. mi madre se puso muy pesada de repente queriendo subir a casa lo que habíamos comprado y, antes de que me hubiera dado cuenta, tanto ella como mi amiga habían desaparecido. él me estaba esperando con una rosa roja. nos sentamos en el banco de siempre y allí, en medio de sus nervios, de sus balbuceos y de mi incapacidad por comprender qué estaba pasando, se puso de rodillas delante de mí y me pidió que nos casáramos. me puse nerviosa yo también y mientras reía y lloraba y lo abrazaba bien fuerte, todo a la vez, le dije que sí.

no fue la pedida más romántica ni la más espectacular, pero sí la más nuestra, la que habla más de los dos: algo sentido, con significado y sin florituras ni adornos innecesarios. a pesar de la ilusión que nos hacía, a los pocos días vinieron mi ingreso en el hospital, la posterior recuperación en casa, el traslado a Madrid… e inevitablemente la boda pasó a ocupar el último lugar en la lista de prioridades hasta que, hace un mes, mientras estábamos en Ibiza, hablamos del tema y, contra todo pronóstico y sentido común, decidimos que nos casábamos este año, el 2 de septiembre. teníamos claro que queríamos casarnos en verano, es nuestra estación favorita; en septiembre es siempre cuando nos vamos de vacaciones así que es un mes repleto de buenas sensaciones y bonitas memorias. tenía mucha más lógica esperar un año y poder hacer las cosas con más tranquilidad, con tiempo, que nuestras vidas actualmente ya son muy agitadas pero, quién quiere esperar un año y medio a hacer algo que le hace muchísima ilusión? Rícard cumplirá los 30 en julio y yo, en agosto, y la verdad es que, después de unos últimos años un tanto difíciles, no se me ocurre mejor forma de entrar en los 30 que con esta gran celebración.  

nos casaremos al ladito del mar, como no podía ser de otra forma, en una zona llena de significado y recuerdos para mí, para poder sentir bien cerca a los que ya no están.

no sé si hablaré más de la boda por aquí, o no, pero me apetecía compartir la buena noticia; creo que lo bueno, compartido, sabe mejor :)

muy feliz miércoles! *** 



{fotografía de Lauren Apel}


20 de mayo de 2016

boston y 5 favoritos


boston


recién llegada de Boston. allí hemos estado los últimos 7 días para celebrar la graduación de mi hermano que, después de 4 años, acababa sus estudios universitarios. 4 años que han pasado muy rápido o muy lento, según se mire. estos días, mientras recorríamos las facultades y el campus para asistir a los diferentes eventos que se organizaban, decenas de flashbacks me iban viniendo a la cabeza mientras recordaba el verano de 2012, cuando llegamos a Boston por primera vez con todas sus cosas y lo ayudamos a acomodarse en aquella habitación compartida de la residencia, repletos de expectativas e ilusión a la vez que temor y tristeza.

han sido 7 días de mucha intensidad; de actos, de conocer a sus amigos y a los padres de ellos, de celebraciones, de fotografías… pero, especialmente, de mucha intensidad emocional. en otras ocasiones he hablado de mi hermano (incluso en su primera graduación, cuando acabó el bachillerato!), pero lo que quiero yo a este muchacho, lo mucho que lo admiro, lo valoro y lo respeto, esto no hay palabras que lo describan. en muchos momentos de esta semana me he sentido sobrecogida por la emoción y la sensación de orgullo, no solo por lo que ha conseguido, que es mucho, sino sobre todo por lo que es. poder haber celebrado su graduación y disfrutar con él, junto a mi madre y Rícard, ha sido un regalazo.


beacon hill boston

starbucks coffee

y aunque en esta ocasión llevábamos una agenda bastante llena, también hemos tenido ratitos para disfrutar un poco de esta ciudad tranquila y europea (a pesar de estar en EUA), acogedora, simpática y bonita de pasear. hemos repetido lugares conocidos y hemos descubierto nuevos. algunos de estos últimos me ha apetecido compartirlos aquí:


. Boston General Store. una maravilla de tienda. las revistas y libros Kinfolk, los tés de Bellocq, el chocolate de los Mast Brothers, el aceite, la sal y las especies de ILA shop… una selección muy cuidada de productos de todo tipo y artesanos de todo el mundo a los que hace tiempo que sigo y admiro (y de muchos otros que desconocía). calidad, atención al detalle, belleza y buen hacer están asegurados. 305, Harvard Street (Brookline)

. Tatte Bakery & cafe. esta es un clásico de cada viaje. la descubrimos en 2012 y volvemos cada vez. Tzurit, una mujer israelí con una larga trayectoria en la producción de películas, decidió dar un tumbo a su carrera profesional en 2007 creando Tatte Bakery, una pastelería y cafetería. todos sus pasteles, tartas y dulces tienen ese sabor casero y familiar, deliciosamente bueno. su local de Brookline ha sido recientemente ampliado convirtiéndolo en una cafetería bonita, espaciosa y luminosa. sus brunch también tienen mucha fama aunque para probarlos hay que ir temprano porque está siempre a rebosar de gente. 1003 Beacon Street (Brookline) (tienen más localizaciones en Boston y Cambridge, las direcciones están todas en su web)

. Olives & Grace. una tiendecita en el barrio de South End (un barrio delicioso para pasear y con vibraciones muy hipsters) donde todos sus productos están hechos por artesanos y makers emergentes de EUA con un gusto exquisito. servilletas de tela desteñidas de Darci Towns, los posavasos de the vintage vogue, atrapasueños, velas, tazas de cerámica, zapatitos para bebé, miel, tés… un popurrí de artesanía y buen gusto. 623, Tremont Street

. Niche. al ladito de Olives & Grace, Niche es un pequeño paraíso plantil :) cactus, suculentas, tiestos de todas las formas y medidas… aunque es poco práctico comprar plantas si tienes que ir en avión, merece la pena hacer una visita. 619, Tremont Street

. Life Alive. debido a mis recién detectadas intolerancias alimentarias ha sido un poco más complicado comer fuera esta vez así que hemos hecho prácticamente todas las comidas en casa, pero mi hermano nos llevó el primer día a Life Alive y me encantó. se trata de un restaurante con comida 100% orgánica, bien rica, y adaptada a cualquier tipo de dieta (vegana, sin gluten, macrobiótica…): arroces, noodles, ensaladas… y un buen surtido de green juices y smoothies riquísimos. muy recomendable, se come bien y saludable. 765, Mass Avenue (Cambridge)

algún otro lugar que merezca la pena y me esté dejando? buen fin de semana! :)

olives & grace

olives & grace

niche

niche



boston

boston

boston general store

boston general store
tatte bakery

tatte bakery

pd. posts anteriores de Boston, con más recomendaciones: la mejor guía de Boston y un B&B cálido y acogedor


8 de mayo de 2016

recomendación: essentialism





less but better (menos pero mejor). esta está siendo mi premisa para el 2016 y para el resto de mi vida, espero. menos pero mejor ropa; menos pero mejor mobiliario; menos pero mejores ratos para disfrutar de una charla y un café con una amiga, un skype con mi hermano o una tarde con mi madre. hablar solamente cuando tenga algo que decir; priorizar la calidad por encima de la cantidad; pararme a pensar qué es lo que más quiero y apostar por ello; invertir en las actividades correctas, en las que significan para mí; aprender la diferencia entre lo trivial y lo vital.

llevo un año dando vueltas al concepto del esencialismo y a lo que conlleva y, a pesar de que creo que me daría para escribir un libro, me apetecía compartir algunos de mis pensamientos al respecto, sobre todo después de haber leído este libro en verano y de leer este otro hace pocos meses: essentialism, the disciplined pursuit of less. no era exactamente como esperaba, creía que sería más filosófico y no tanto una especie de manual para convertirse en una persona "esencialista", pero ha cumplido su propósito: hacerme pensar y activar cambios en mí.

nos encontramos en un momento en que podemos elegir entre demasiadas cosas. internet ha universalizado el acceso a actividades, talleres, conocimiento, información… y es maravilloso pero, a la vez, me parece peligroso porque ha incrementado tanto el abanico de elecciones que tenemos que hacer que acabamos (o, por lo menos, yo acabo) por perder la habilidad de discernir entre lo que es importante y lo que no lo es.

y no, seguramente no puedo hacerlo todo ni tenerlo todo. y cuanto antes me dé cuenta y lo acepte, antes voy a dejar de sentirme frustrada y estresada por no ser capaz de llegar a los objetivos que me he marcado. como dice Greg Mckeown, el autor del libro, solamente cuando te das permiso para parar de intentar hacerlo todo y para parar de decir que sí a todos puedes hacer tu máxima contribución en las cosas que realmente te importan.

qué es lo que más me inspira? en qué soy particularmente buena? apostar por ello. centrarme en dar lo mejor de mí misma y centrarme también en lo que es importante en el aquí y el ahora, estar presente; se puede hacer más de una caosa a la vez pero no se puede concentrarse en más de una cosa al mismo tiempo así que yo abogaría por acabar ya con el tan de moda multitasking

como todo, es un camino que recorrer y pretender pasar de 0 a 100 en un día es asegurar la frustración y el fracaso. hoy mismo me siento invadida por esa sensación de ansiedad al querer abarcar demasiado. la teoría la he aprendido rápido pero la práctica me cuesta más así que poco a poco, empezar por cosas pequeñas y celebrar el progreso, esto me parece importante.

al final, el mejor activo que tenemos para aportar algo al mundo somos nosotros mismos de modo que debemos nutrirnos, invertir en nosotros y permitirnos el espacio y el tiempo para explorar, crecer y realizar. y es muy poco probable que un día nos levantemos y nos arrepintamos de haberle dedicado tiempo y energía a lo que más nos importa, no?


buena semana ***


pd. pensamientos sobre el disfrutar, por una comunicación más conscienteestoy aprendiendo… & otro libro recomendado  



{fotografía de Aurélie Lécuyer}