
la cruzas y, tras un corto pasillo, un gran salón con paredes de piedra, techo alto a viga vista y una grandísima cristalera que da al jardín. la luz de primera hora de la tarde inunda toda la estancia, música suave de fondo y una sensación de relajación y bienestar que te invade de repente. observando con más detenimiento, te das cuenta de que ese salón ha visto mundo, tiene mucha esencia. lo que más llama la atención es una estantería repleta de botes de cristal de distinto tamaño con arena de diferentes partes del mundo (de más de medio mundo!) y una mesa y estantería auxiliar repleta de libros de viajes, de decoración, de gastronomía, de revistas de estilo y moda… auténticas joyas, libros para sumergirse durante horas y horas pero no lo haces porque las vistas que se ven a través de las cristaleras son tan bonitas que, irremediablemente, sales.
un jardín grande, muy grande, con caminito de piedras y césped verde y frondoso. plantas por todas partes, mesillas metálicas de rejilla que invitan a sentarse y disfrutar de este solecito primaveral que acaricia pero no achicharra junto a una taza de té y una buena conversación. siguiendo el caminito llegas a la piscina, estrecha y alargada, elegante. pero lo más bonito, sin duda, queda a la izquierda: un precioso invernadero, delicado, de tonos dorados por los rayos de sol, que hace de comedor a la hora del desayuno y que contiene luz a raudales, plantas, flores y lecturas inspiradoras. en él, una puerta te lleva a una cocina familiar, donde puedes prepararte un café de media tarde o una copa de vino antes de cenar.
aquí decidimos desaparecer un par de días a principios de abril Rícard y yo. celebrábamos nuestro aniversario y nos apetecía un sitio acogedor y amable con algo especial. creo que no pudimos elegir mejor. yo lo tenía apuntado de hacía tiempo y lo rescaté estas pasadas navidades cuando hice mi propuesta de regalos para ella. cuando se acercó la fecha y decidimos cómo queríamos celebrarla, no le dimos ni media vuelta, escribimos a les hamaques y reservamos de inmediato.
nos sentimos como en casa pero lejos de ella, en un entorno donde absolutamente todo está cuidado hasta el último detalle. este hotelito/casa de huéspedes de 5 habitaciones, cada una distinta, era un granero que compraron Ino y Dominique hace unos años para uso particular. ambos con carreras profesionales muy exigentes y que implicaban viajar mucho, llegaron a un punto donde quisieron parar y vivir más tranquilos, disfrutando de lo que les hacía sentir bien. de ahí salió la idea de reconvertir el granero en lo que hoy es les hamaques. el hotel recoge perfectamente su exquisito gusto para la decoración y esa visión de quién ha recorrido mundo queda delatada en la mezcla de estilos, la procedencia de los muebles y objetos que visten la casa y en los libros y revistas inspiradores que encuentras en cada rincón.
tomar un té en el jardín y leer un libro, sentarse frente a la chimenea del salón por la noche, con la música suave de fondo sonando y copa de vino en mano, desayunar sin prisa un zumo de naranja natural con un croissant y mermeladas caseras o incluso cenar una tabla de embutidos del Empordà con tostadas y una botella de rosado, con luz tenue y velas mientras de fondo se escucha a Madeleine Peyroux cantar la vie en rose, esto hicimos los 3 días que estuvimos allí.


Ino y Dominique son amabilidad pura y se esfuerzan por hacerte sentir bien a cada momento. cuidan la apariencia en una conjunción perfecta con calidad y sostenibilidad: colchones fabricados sin metales, con caucho natural, ropa de cama y baño 100% de algodón, jabones elaborados artesanalmente con aceites esenciales y libres de Parabenos, agua cuyo consumo redunda en beneficio de países que no disfrutan de agua potable de la mano de Ingeniería sin Fronteras… todo, absolutamente todo, está pensado y realizado para que sea lo más beneficioso posible para el cuerpo humano y para el entorno.
fue la mejor manera de celebrar nuestro aniversario, el lugar perfecto para evadirse y relajarse, para cuidarse y sentirse cuidado, solo o acompañado. repetiremos.
les hamaques
c/ Albons, 6. Viladamat, Girona
972 788 458
feliz día del trabajador mañana y a disfrutar de este fin de semana largo! :)

pd2. un hotel muy familiar en Cadaqués, un B&B cálido y acogedor en Boston, y una casa ideal en la Provenza