la magia del 2.0

las conocí hace 2 años, en febrero de 2014. habíamos hecho el curso hello!blogging de Hello!Creatividad y Eva e Isa, dos alumnas con una energía inagotable, decidieron organizar una comida en Barcelona para las que hubiéramos hecho la formación.

ellas no lo saben pero yo fui a esa comida con muchas reservas. no es nada nuevo, los grupos grandes y la gente desconocida no son mi fuerte y durante gran parte del encuentro no pude evitar preguntarme qué estaba haciendo allí. volví a casa bastante convencida de que no las volvería a ver. de esa comida salió un grupo de whatsapp y, aunque los primeros meses me mantuve bastante reservada, en algún momento, no sé cómo ni cuándo, empecé a sentirme parte de aquel curioso y heterogéneo grupo. había días más tranquilos, días en que el móvil echaba humo de tanto parloteo, charlas triviales, conversaciones personales, desahogos, miedos, alegrías, nuevos proyectos… después de esa primera comida siguieron otras, algunas esporádicas, del estilo: alguien se apunta a comer en Somewhere este miércoles a las 14h? (de hecho, esta es una frase recurrente y de algún modo hemos convertido el Somewhere Café en nuestro principal punto de encuentro) y otras más organizadas como Allegorein Dinner o la cena de Navidad. algunas incluso nos animamos a ir juntas a PuntoMOM. poco a poco y casi sin darnos cuenta, se fue tejiendo una amistad grande y fuerte entre un grupo de 20 mujeres de edades, profesiones y situaciones personales muy diferentes pero que compartían ilusión, ganas, proyectos y momentos.

al ingresar en el hospital desaparecí de redes sociales y whatsapps. cuando supieron dónde estaba y por qué, todas se volcaron en mensajes de cariño y ánimo y yo me sentí mucho más acompañada. pocos días después Rícard apareció en el hospital con un regalo de parte de mis amigas bloggers. espesa y aturdida como estaba, no entendía mucho cómo Rícard podía tener un regalo de ellas para mí. al abrirlo me encontré con una manta preciosa para los días de sofá que me esperaban en casa. lo especial y único de esa manta es que la habían cosido entre todas bajo la tutela de Txell, que de agujas sabe mucho, y que habían grabado todos sus nombres en uno de los laterales. no supe qué decir; aún ahora no sé qué decir. junto a la manta, unas palabras llenas de fuerza y cariño en forma de postal.

todavía hoy me emociono cuando se lo explico a alguien o cuando pienso en ello. me cuesta describir lo que siento pero que 19 mujeres se hayan puesto en marcha de golpe para hacer que alguien se sienta arropada y acompañada me parece un acto de amor y generosidad tan grande, tan especial y de tal fuerza… ellas no son conscientes del impacto que tuvo y sigue teniendo ese regalo en mí. 

en este post decía que una de las cosas positivas que me había aportado esta difícil experiencia era que me había sentido querida como nunca. y así fue. sentí el afecto y el cariño de muchísimas personas, algunas que ni siquiera conozco personalmente. lo de estas mujeres, sin duda, fue de lo más especial así que gracias de todo corazón, bloggeras mosqueteras, habéis superado todos los límites y soy muy afortunada de teneros en mi vida.

Anna.

este es un pequeño vídeo que hicieron de todo el proceso para inmortalizarlo y para que yo pudiera verlo y disfrutarlo:

pd. las bloggeras mosqueteras son Anna, Conchi, Estel, Esther, Eva, Eva e Isa, Jana, Maite, Mª del Mar, Marta, Marta, Núria, Núria, Pau, Roser, Silvia, Silvia & Txell. gracias a todas ***


{fotografía de James Kicinski McCoy}